¿CÓMO CUIDAR LAS ALMOHADILLAS DE TU PERRO?

Las almohadillas de tu perro no solo sirven para que dejen huella por toda la casa cada vez que se embadurnen en el barro, si no que también tienen múltiples funciones. Este tejido sin pelo de las patas es más importante de lo que podemos llegar a imaginarnos, pudiendo repercutir al estado de salud de nuestra mascota. A continuación, os contamos cómo cuidar las almohadillas de tu perro correctamente.

Estás almohadillas están en contacto directo con él suelo todo el tiempo. Debemos prestarle atención con frecuencia, ya que pueden dañarse, herirse o agrietarse con facilidad. Aunque estás sean duras y resistentes, a veces sufren un fuerte desgaste tanto al tipo de suelo como a la temperatura de éste.

Una de las funciones principales que caracterizan esta parte del cuerpo es que permiten transpirar a nuestras mascotas, lo que les ayuda a regular su temperatura corporal. Es un factor importante debido a que los perros solo disponen de glándulas sudoríparas en las almohadillas y en su nariz. Seguro que alguna vez has visto a tu perro restregar las patas sobre el suelo después de hacer sus necesidades; esto es una forma de marcar su territorio con su olor a través de esas glándulas.

Como proteger las almohadillas de tu mascota

Estás almohadillas están muy expuestas a sufrir heridas o parecen que pueden llegar a infectarse, por eso es muy importante cuidarlas y revisarlas. Así que vamos a darte algunos consejos o recomendaciones de cómo cuidar las almohadillas de tu perro así prevenir problemas posteriores.

  • Evita paseos en horas de excesivo calor o frio. Las quemaduras son las heridas mas comunes en las almohadillas de nuestros perros. Así que intenta evitar los paseos por la playa en pleno verano o caminar sobre el asfalto caliente.
  • Recorta el pelo sobrante en las patas de tu perro. Algunas razas de perros tienden a tener mucho pelo y esto puede llegar a producir nudos o suciedad que se acumule, impidiendo a tu mascota andar con total normalidad.
  • Haz ejercicio con moderación. Un exceso de actividad física podría llegar a desgastar y erosionar las almohadillas. Es verdad que para hacer que se aguantan, conviene practicar actividad física a diario, pero sin pasarse o no lograremos el resultado que queremos.
  • Evita los baños prolongados. Si a tu perro le gusta bañarse no le dejes más de 15 minutos. Esto puede hacer que las almohadillas se ablanden y por lo tanto que puedan sufrir más daños.

Por último, y una de las recomendaciones más importantes, es la revisión de las almohadillas después de salir a pasear. Prestando atención a pequeñas espigas o pequeños cristales que haya podido clavarse, y que pueda dar lugar a alguna infección.

Formas de curar las almohadillas

Son muchos los factores que pueden resultar dañinos para las patas de nuestros amigos perrunos: residuos urbanos, cristales, piedras, ramas… que pueden derivar a heridas que requieren de tratamientos más específicos.

En caso de almohadillas en carne viva debido a la erosión, se debe actuar con rapidez y lavar con agua tibia la zona para eliminar impurezas. Lo ideal sería dejar que la herida se curara sin necesidad de taparla, pero si fuera necesario recurriríamos a una gasa esterilizada y un esparadrapo hipoalergénico.

Cuando las almohadillas están secas o agrietadas, es útil la administración de geles, cremas, pomadas o ungüentos hechos en base de aloe vera, para mantener una hidratación correcta.

Por último, si la almohadilla está inflamada, debe plantearte cuál es su causa ya que puede deberse a una reacción alérgica, a la picadura de algún insecto o algún objeto que se haya quedado clavado. Por eso es aconsejable acudir al veterinario y mantener limpias las almohadillas y utilizar productos antisépticos.

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